La era postpandemia se caracteriza por el alza de la inflación y la inestabilidad del ciclo económico, por lo cual diversos sectores se han visto perjudicados en sus operaciones y en los ingresos que reciben. Así, en el caso del sector del autotransporte de carga, los costos de operación y la fluctuación de la oferta- demanda han acentuado los efectos de la inflación sobre el estancamiento del crecimiento del sector transporte.
Si bien, existen diversas variables que determinan los costos operativos del transporte, los gastos internos de las empresas transportistas, la asignación de presupuesto para el mantenimiento de la flota vehicular, los gastos en peajes y los costos de la seguridad para la operación son los principales factores que inciden directamente en la prestación de los servicios de autotransporte de carga.
Por su parte, la inseguridad carretera es el principal problema que aqueja a los operadores de las empresas transportistas. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), el sector de transporte y logística mexicano enfrenta escasez de operadores, debido al riesgo de siniestralidad asociado al robo con violencia. En tal sentido, ANTP indica que, en marzo del presente año, se reportaron un total de 2 mil 164 Carpetas de Investigación, lo que significa un incremento de 7% en comparación con el mismo mes del 2021.
Sin duda, adicionalmente la pérdida económica para los ingresos de las compañías transportistas es significativa, debido a los robos de mercancía durante los traslados, entre otros factores como los siniestros asociados a fallas técnicas de la flota. Actualmente, la Revista Transportes y Turismo TNT estima que la industria del autotransporte moviliza 552 millones de toneladas, pero tiene pérdidas económicas por más de 92,000 millones de pesos, derivadas del robo de unidades y mercancía.
Por lo tanto, en consideración de los factores de riesgo en la operación de los transportistas, las tarifas de los fletes se elevan debido a la contratación de servicios de seguridad adicionales y el presupuesto interno para costear los traslados. A este respecto, Ricardo Bustamante, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (AMESIS) señaló que actualmente las empresas de autotransporte están invirtiendo entre un 3 al 5% en seguridad.
Asimismo, se calcula que en México, la inflación en el autotransporte en México fue de 7.5% en 2021. Cabe resaltar que el alza en la inflación afecta directamente al costo de los insumos, tales como los neumáticos, las refacciones, las grasas, los lubricantes, partes y accesorios para reparaciones menores y mantenimiento corriente efectuado por terceros y los servicios de peaje y uso de infraestructura e instalaciones. Por tanto, incrementan los costos operativos y se elevan las tarifas ofertadas por las compañías transportistas.
A partir del análisis anterior, es posible afirmar que la reciente propuesta del gobierno federal acerca de definir una política de tarifas del transporte es inviable, en tanto que los costos operativos y de seguridad de los transportistas definen en gran medida la fijación o la fluctuación en las tarifas ofertadas por el sector privado.
Tal como señaló Enrique González Muñoz, quien es presidente del Clúster Logístico y de Movilidad de Guanajuato (CLYMGTO), para definir una política de tarifas del transporte de mercancías, el Estado debe brindar subsidios para el peaje o en el costo de los combustibles debe incluirse el peaje, tal como sucede en otros países.
En conclusión, la articulación de una política nacional de tarifas del autotransporte debe estar coordinada entre el gobierno federal y el sector privado, a partir del establecimiento de mesas de trabajo para negociar la fijación de tarifas estimables, considerando la importancia de los costos operativos y evaluando la posibilidad de establecer subvenciones federales para contribuir a la recuperación paulatina del sector del autotransporte de carga.
Estudió la licenciatura en Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, con inclinación hacia el ámbito profesional de comercio exterior y la logística internacional. Actualmente, sus áreas de especialización se centran en las tendencias del comercio internacional, las cadenas de suministro global y la dinámica comercial de América del Norte.