El pasado 2 de febrero se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto que prohíbe el transporte de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), con la finalidad de que la infraestructura del aeropuerto sea la beneficiada.
Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que era necesario el cierre al transporte de carga aérea, se debió a que ha aumentado considerablemente el tráfico aéreo mientras que en otras terminales aéreas como las del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se tiene cada vez menos actividad.
Con la entrada en vigor del decreto, oficialmente queda prohibido el servicio exclusivo de carga en el AICM, con las restricciones que se desglosan, se establece que el transporte de carga aérea podrá seguir operando siempre y cuando se lleve en las aeronaves para pasajeros.
En el documento también se informa que se pueden autorizar nuevas rutas del servicio de carga, siempre y cuando estén previamente estudiadas por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes mediante la Agencia Federal de Aviación Civil.
El Gobierno de México negoció con las aerolíneas para trasladar las actividades al AIFA, dándoles en un principio 4 meses para mover sus operaciones al nuevo aeropuerto, pero este plazo pasó a 108 días hábiles después de la publicación del decreto en el DOF. DHL fue una de las primeras compañías en intentar adaptarse en la transición y está previsto que el primer avión de carga llegué la tercera semana de febrero.
Con el decreto preparado por el presidente Andrés Manuel López Obrador se espera que sea una desventaja para los socios comerciales que operan desde uno de los aeropuertos más importantes del país y de América Latina.