Actualmente es innegable que la movilidad en general es fundamental para el desarrollo sostenible en un mundo que está en rápida transformación. Las crecientes aspiraciones económicas, ecológicas y sociales de las personas, los cambios en los paradigmas de producción y consumo y los limitados recursos naturales están impulsando la innovación en todo el sector de transportes. Sin embargo, de la proyección inicial de los alcances de esta transformación aún queda mucho en el aire. Nos encontramos en una encrucijada en la que el progreso tecnológico se ve truncado por la necesidad imperante de atender la Problemática Ambiental Internacional (PAI) y hacer algo por el delicado equilibrio ecológico.
Una de las lecciones más sustanciosas de la historia es que la aparición de patógenos, como la viruela y el COVID 19, siempre estuvieron precedidos por grandes desequilibrios dentro de los ecosistemas en los que el ser humano mismo forma parte como factor biótico que es. Así, frente a cualquier actividad que contamine lo siguiente que habremos de preguntarnos es ¿Qué enfermedad vendrá después? ¿Cómo conmocionará nuestras vidas? En esta situación, en la que el siguiente salto tecnológico se presenta como la mayor esperanza en el mañana, pero en el que se avanza lentamente en tanto que si damos pasos apresurados podríamos acabar con nosotros mismos como especie, presento la eficiencia de la logística multimodal como estrategia clave.
En lo que a logística sustentable se refiere, Alemania tiene el primer puesto entre los principales países comprometidos con la PAI, esto según el Índice de Desempeño Logístico (LPI) del Banco Mundial. El secreto del modelo logístico alemán es la multimodalidad, es decir, el suministro de alternativas fiables de transporte por carretera, ferrocarril, aire, río o mar, así como la interconectividad adecuada entre estos sistemas. Se suman su ajuste en los procesos de producción y almacenamiento y el alto grado de integración tecnológica (IT) que han alcanzado como país productor de tecnología. Estas tres condiciones han llevado a los agentes de carga alemanes a un alto nivel de eficiencia en términos de operaciones, consumo energético e impacto ambiental.
Si bien es cierto que la implementación de la multimodalidad representa un reto especial en México –y quizá en toda América Latina– por no ser un país que se destaque por contar con infraestructura en optimas condiciones y otros riesgos como la inseguridad en ciertas zonas del territorio, sostengo que la búsqueda de la eficiencia multimodal es posible haciendo las adecuaciones pertinentes. La más importante en tanto es el factor que engloba todas las partes del proceso y que también es la más básica para poder brindar un servicio de calidad es sin lugar a duda: la comunicación efectiva y pronta. En pleno 2022 es imperdonable permitirnos fallar con equipos de cómputo que no posean banda ancha o telefonía sin la calidad de señal suficiente para escuchar claramente todo lo que un cliente remoto necesita.
Una inversión seria por parte de las empresas y agentes de carga en sus medios de comunicación es apenas la base del éxito durante todo el proceso logístico, sobre todo ahora que tecnologías como la automatización y del manejo fino de datos han venido para quedarse. Una vez teniendo un sistema de comunicación eficiente se puede optimizar los puntos de recepción y despacho, fomentar los centros de micro-fulfillment más cercanos a la ciudad destino de las mercancías para preparar pedidos e inclusive otorgar un rol estelar a la logística de vacíos dentro de las estrategias de las empresas.
Aunado a los problemas de comunicación hay que identificar que dentro del proceso logístico una de las actividades más contaminantes es el almacenamiento. Así que instalar almacenes automáticos es también una excelente adecuación para aquellas empresas que se planteen rebajar el consumo de energía y, al mismo tiempo, lograr un rendimiento elevado en su cadena de suministro. La otra actividad a la que se le atribuye altos niveles de contaminación es el transporte. Proveerse de flotillas de emisiones cero es una de las medidas que las compañías más grandes están implementando para disminuir residuos y consumir menos energía. Una medida sensata, sobre todo después de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) ha advertido que las emisiones mundiales de CO2 alcanzarán récords en 2023 por los esfuerzos insuficientes en el desarrollo de energías renovables en los planes de recuperación económica postpandemia.
Sin embargo, las unidades cero emisiones tienen un valor elevado, para la pequeña y mediana empresa es más complicado hacer una sustitución parcial o total de sus flotillas. En esos casos lo que aconsejo es la inversión en sistemas de comunicación eficientes que antes mencioné. La buena comunicación tendrá que llevarnos al orden y a la organización, estas a su vez a optimizar y tomar mejores decisiones que sean ambientalmente razonables. Allí esta el éxito para el modelo logístico multimodal mexicano para la pequeña y mediana empresa.
Por otro lado, una logística de tipo sostenible se afianza en canales de suministro sostenibles, con el uso de softwares que pueden calcular la huella de carbono podemos lograr este objetivo. Quizá se trate del tipo de tecnología que ya esté más desarrollada y sea de más fácil acceso para todos los integrantes del proceso logístico, de manera que apoyarnos en ella como una aliada para mejorar nuestros rendimientos más que algo aconsejable es un deber ser. Así mismo, no debemos perder de vista al consumidor, se debe tener presente que el nuevo paradigma de consumo busca que los envases y embalajes sean biodegradables o al menos que se asegure que serán satisfactoriamente reutilizables.
A manera de conclusión, con todo lo dicho más arriba, señalo que el reto de la logística multimodal verde y eficiente consiste en encontrar el equilibrio económico y el ecológico, que busca: medir la huella de carbono en nuestras operaciones; reducir la contaminación del aire, suelo, agua y auditiva; hacer un uso racional de los suministros reutilizando contenedores y reciclando embalajes; y lograr la sostenibilidad de la cadena de suministro, desde la concepción de los productos hasta su empaque y entrega, todo en pro de minimizar nuestro impacto sobre el ambiente y finalmente resolver la PAI.
No hace falta que lo diga, no es para nada una tarea sencilla. Sin embargo, como el Head Coach de los empacadores de Green Bay, Vince Lombardi, dijo alguna vez, “La perfección no es alcanzable, pero si perseguimos la perfección podemos conseguir la excelencia.”
Le corresponde a las empresas y a los agentes de carga buscar nuevas formas de fabricar, almacenar y distribuir los productos de un modo que se reduzca la huella de carbono y los residuos en todos los eslabones de la cadena de suministro. En nosotros mismo deposito mi confianza, está en nuestras manos hacer este esfuerzo titánico que garantizará las condiciones de vida óptimas para las generaciones futuras. Debemos hacerlo, si queremos que los que vengan detrás de nosotros se enorgullezcan de esta generación de profesionales de la logística.