México: El creciente centro logístico de América del Norte

México: El creciente centro logístico de América del Norte

El contexto internacional actual, determinado en gran medida por el resquebrajamiento del orden mundial resultado de la Segunda Guerra Mundial, la conformación de un nuevo orden multipolar y la regionalización de las cadenas de suministro como resultado de la Guerra Comercial entre EE.UU. y China, plantea un escenario de oportunidad para México sin precedentes. Se visualizan dos centros de desarrollo clave que, si bien nacieron en el seno de las administraciones mexicanas, cada vez más, forman parte de las necesidades de los países vecinos o cuyo tránsito de mercancías tiene que cruzar necesariamente por el continente americano. Me refiero al Proyecto de Reforzamiento Logístico en el norte del territorio nacional y al ascendente Tren Maya en el sur. Veo un mañana brillante para este país, en este artículo les comparto mi visión.

Pues bien, desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), las oportunidades para las empresas mexicanas han ido en aumento, podemos hablar de una etapa en la que las relaciones comerciales de México y Estados Unidos han avanzado positivamente, aunque con algunos episodios destacados por leves tensiones y sobresaltos propios de reajustes políticos y cambios de estrategias geopolíticas. Es importante matizar que, a pesar de estos avances en materia comercial, a finales del año pasado, Canadá logró desplazarnos como primer socio comercial de Estados Unidos. En este sentido, México ha impulsado múltiples estrategias para ganar competitividad en la región.

Una de las más recientes fue la creación del Clúster Logístico y de Cadena de Suministros en Tamaulipas, el cual ayudará a regular y mejorar el desarrollo de las actividades logísticas de la región, creando un fenómeno de derrama que ayude a un gran número de empresas, desde grandes corporativos hasta las sobrevivientes IMMEX. En palabras de Rodrigo Brito, director general de la Central de Servicios de Carga de Nuevo Laredo (CenSeCar), lo que se va a generar con el floreciente Clúster Logístico es un círculo virtuoso que impulse la competitividad de la cadena de suministro, no solo de la región, sino de todo el país. Realmente creo que tendrá ese efecto, ahora más que nunca por el efecto de la regionalización como estrategia de largo plazo y por la sinergia que este nuevo clúster podría tener con el Tren Maya en un par de años.

Adicionalmente a la creación del Clúster Logístico, en días recientes se llevó a cabo una reunión entre los gobernadores Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Samuel García Sepúlveda, de Nuevo León y Miguel Ángel Riquelme Solís, de Coahuila con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar. En esta reunión se estrecharon lazos entre las dos naciones, se reforzó la disposición de mejorar nuestra posición comercial con Estados Unidos y se reconoció el impulso que ambas partes han dado para realizar una agenda de desarrollo regional en conjunto. Es decir, políticamente hay todo un ambiente propicio para que México finalmente saque el mayor provecho de su relación comercial con el país vecino, incluso se habla de la posibilidad de construir un puente en Nuevo Laredo que cruce la frontera facilitando el flujo de mercancías y eliminando los cuellos de botella.

Ahora, llevemos nuestra visión al sur, al Tren Maya. Desde que se habló del proyecto me di a la tarea de conocer sus rutas y puntos nodales. Fue casi risible comprobar que los puntos de conexión más importantes del proyecto eran las mismas ubicaciones en las que se encontraban las seis Zonas Económicas Especiales que surgieron en la administración de Peña Nieto y que ahora están abrogadas, pero que a fin de cuentas, fueron espacios aprovechados por este proyecto insignia de la administración actual. Es importante saber esto para reconocer que, de fondo, existe toda una planeación logística que desde administraciones pasadas se ideaba como una estrategia regional para desarrollar el sureste del país. Siempre se esperó que estos mismos puntos nodales fueran receptores de empresas para levantar parques industriales y clusters.

A decir verdad, hay voces oficiales internacionales que han manifestado de una u otra forma su interés en el desarrollo logístico en el sureste del país. Por ejemplo, ONU HABITAT estima que el proyecto del Tren Maya generará hasta 945 mil nuevos empleos y que, de cada 100 empleados, 46 pertenecerán a pueblos originarios. Así mismo, la organización estima que el impacto económico local será de 2.1 billones de pesos, logrando así que poco más de un millón de personas salgan de la pobreza. Con el norte industrializado y con este esplendido crecimiento en el sur, México finalmente estará en condiciones de despegar haciendo que la brecha de desigualdad disminuya finalmente.

Otra voz que se ha escuchado interesada en el desarrollo logístico en México es la de Japón. Recientemente, se celebró la XII Reunión del Comité para la Mejora del Ambiente de Negocios México-Japón. Entre los temas que se trataron estuvieron: mejorar el acceso a mercados, asuntos aduaneros, promoción comercial, conectividad aérea y asuntos fiscales.

El viceministro Parlamentario de Asuntos Exteriores presente, Kentaro Uesugi dejó en claro el interés de Japón por estrechar lazos comerciales en la región que se expandan hasta América Central a través de México, pues existe la intención de que más negocios japoneses se establezcan en el país, además de aumentar la inversión en sectores clave como la construcción de autopartes y el desarrollo de fertilizantes.

A manera de conclusión, comparto que estos dos polos logísticos de crecimiento, que corren a lo largo del territorio nacional de norte a sur, me hacen pensar en la figura de Maquizcoatl, la serpiente de dos cabezas mexica que se cree era un símbolo de renacimiento debido a la capacidad de las serpientes para mudar su vieja piel y aparecer como seres renacidos.  Más que hablar de un sueño, hablo de una latente posibilidad ya que no hay otro en el plano internacional que tenga nuestras características. Por si fuera poco, las bases para su realización ya están sentadas tanto por el contexto mundial como local. México tiene un nuevo llamado a la grandeza, renaceremos, como una serpiente bicéfala nueva y fortalecida. Felizmente esto será, nos guste o no.

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