Para entender el complejo proceso evolutivo que las cadenas de suministros están teniendo a nivel mundial en el presente año, tenemos que visualizar los grandes problemas de desabasto y la crisis de los contendores, que están generando cuellos de botella en los principales centros de abastecimiento de todo el mundo. Todo esto provocado por la guerra comercial sostenida entre EE.UU. y China, fenómeno que tiene el cierre de importantes puertos comerciales como escenario, principalmente en estos países pero que también incluye a otros como Corea del Sur. Así mismo, se suma la aparición de la ómicron y la falta de capacidad demostrada por la comunidad internacional para concluir exitosamente campañas de vacunación totales que eviten que se generen más mutaciones del COVID 19. Con todos estos factores se podría decir que estamos viviendo un revés al proceso de globalización, sobre todo cuando hay signos que indican que la guerra comercial y el reto sanitario continuarán.
Es en esta lógica que los países están actuando por principio de adaptación. Tomado de la biología, este principio sostiene que no se deben posponer acciones hasta tener certidumbre sobre una situación porque el tiempo y los recursos son escasos como para dejar de tomar acciones. Es siguiendo este principio que las naciones están optando por reforzar sus capacidades endógenas. Los gobiernos y los líderes de las industrias están tratando de volverse menos dependientes de las cadenas de suministro globales. Por montones, empresarios que dependían del aprovisionamiento chino están corriendo a encontrar quien pueda proveerles dentro de su propia región, sino es que dentro de su propio territorio. Así, esta conmoción está impulsando una evolución de las cadenas de suministro que apunta principalmente hacia la regionalización como estrategia de largo plazo. Con la modesta recuperación económica las empresas de todo el mundo están buscando ampliar su número de proveedores, mercados y clientes. Naturalmente este proceso va acompañado del seguimiento del riesgo de terceros y cuartos, esto se requiere ahora que los desafíos inherentes a las operaciones en tiempo real van acompañados de riesgos cibernéticos como la falsificación o el hurto de identidad.
Es en este esfuerzo evolutivo y adaptativo que las empresas enfrentan el reto de aumentar sus inversiones en tecnología digital y robótica para mejorar sus capacidades de respuesta y tener un mayor dominio de toda la cadena de suministros por medio de una planificación con un entendimiento más profundo de los componentes de la misma. Este entendimiento superior viene abanderado por las nuevas capacidades productivas que se agregan con las tecnologías contactless, click and collect, fullfilment y blockchain. Todo esto devendrá en una comprensión más profunda del flujo continuo de información durante todo el proceso productivo y a privilegiar información que antes no se consideraba importante pero que ahora que la cadena logística se vuelve regional cobrarán gran importancia, sobre todo para tomar decisiones con mayor agilidad.
Un ejemplo claro de esto es no perder de vista los precios de los productos básicos locales o internos de la región, ya que en primer lugar son el abasto de nuestros trabajadores y en segundo lugar por su cualidad de modificar otros gastos y patrones de consumo cuando tienen variaciones en sus costos. Conocer cómo es que una alteración de los productos básico podría repercutir en toda la cadena de producción es el tipo de información fina que se requiere en esta etapa evolutiva de las economías hacia la regionalización. Todas estas adecuaciones y manejo fino de información provocarán que la mano de obra aplicada en logística (y realmente en todas las partes del proceso productivo) tenga que capacitarse para usar correctamente las nuevas tecnologías digitales, de datos y robótica. Sin lugar a duda, también estamos por ver el nacimiento de una nueva generación de empleos y el mundo de la logística no se quedará fuera de eso.
Por si fuera poco, también nos encontramos en un contexto en el que hay que tener sumo cuidado del medio ambiente. Si bien es cierto que las diferentes administraciones del mundo se han comprometido en menor o mayor medida a respetar la naturaleza, por primera vez hay un consenso internacional de que estamos ante nuestra última oportunidad de hacer algo por la Problemática Ambiental Mundial (PAI) si queremos dejar de perturbar el delicado equilibrio ecológico y detener nuestra marcha hacia la extinción como especie. De manera que viendo por nuestra supervivencia las empresas debemos buscar nuevas formas de fabricar, almacenar y distribuir de manera que reduzcamos la huella de carbono, la contaminación y los residuos en todas las etapas de la cadena de suministro. Los sistemas de comunicación básicos de calidad y la logística inversa (o de vacios) juegan un gran papel en la participación del sector logístico para resolver la PAI.
A manera de conclusión y englobando todo lo dicho antes, podemos decir que el principal reto para la logistica en todo el mundo será sobrevivir a este proceso evolutivo y adaptativo de las cadenas de producción que ya no serán globales, sino regionales y que para tener éxito tendrán que fortalecerse por medio de ampliar proveedores, mercados y clientes de manera segura. Así mismo se fortalecerán al hacer mayores inversiones en tecnologías digitales y robóticas; adquiriendo mayor comprensión de todo el proceso productivo y siendo sensibles a que información privilegiar y que uso darle para mejorar nuestras estrategias. De la mano se tendrá que capacitar nuestra mano de obra para que logre dar el ancho y manejar habilidosamente estas nuevas tecnologías. Finalmente, toda esta concatenación de procesos complejos debe ir a la par de nuestro avance en materia del cuidado y respeto por el medio ambiente a través de la innovación que podamos realizar en nuestros modos de fabricar, almacenar y distribuir.