La integración de los países de América del Norte se ha profundizado como producto de la renovación del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá. Principalmente, el cambio progresivo de las reglas de origen ha permitido la consolidación de las cadenas de valor regionales. Además, gracias a los incentivos para el desarrollo de los proveedores locales, desde 2019 las exportaciones intrarregionales crecieron de 49.6% a 49.8%.
El impulso a la integración regional, a través de las reglas de origen, exige mayor rigurosidad en los procesos de producción y en el control de calidad de los productos intercambiados entre los tres socios comerciales. Si bien, las certificaciones de origen tienen la funcionalidad de reconocimiento aduanero para la aplicación de preferencias arancelarias, también contribuyen a la facilitación comercial mediante la agilización de las operaciones de comercio intrarregional.
Así, por ejemplo, el T-MEC y la desgravación arancelaria favorecieron la integración inicial de la industria automovilística norteamericana. Por ende, es posible identificar cambios importantes en este sector productivo. Cabe recalcar que las exportaciones e importaciones automotrices han adquirido una mayor preponderancia entre los tres países, posicionándose como los principales bienes de intercambio en la región.
Entre los cambios significativos de las reglas de origen para la industria automotriz, destacan tres:
- En la composición del Valor de Contenido Regional de los vehículos ligeros y camionetas: el 75% de su valor deberá provenir de procesos e insumos realizados en la región y 40% de zonas de alto nivel salarial de América del Norte.
- En la composición del Valor de Contenido Regional de los vehículos pesados: el 70% de su valor deberá provenir de procesos e insumos realizados en la región y 40% de zonas de alto nivel salarial de América del Norte.
- En el sector de Autopartes, entre el 65% y el 75% de su valor, dependiendo del tipo de autoparte, deberá provenir de procesos e insumos realizados en la región.
Por otro lado, entre los factores que han contribuido a incrementar la integración regional, destaca la creación del Comité de Competitividad. Este organismo se propone desarrollar la cooperación en materia económica y emitir recomendaciones sobre cómo mejorar la competitividad y apoyar la participación de las PYMES en el comercio.
No obstante, a pesar del balance positivo del comercio en la región de América del Norte tras dos años de la entrada en vigor del tratado de libre comercio, la competitividad regional se encuentra por debajo de otros actores imponentes en el comercio mundial. Después de la renovación del TLC, ha sido posible el establecimiento de cadenas de suministro regionales diversas, flexibles y resilientes. Asimismo, la modernización de los términos de intercambio también puede visualizarse en la mejora de la independencia energética y la sostenibilidad; el apoyo a la economía digital y la facilitación del comercio en beneficio de empresas, agricultores y trabajadores en los tres países.
Sin embargo, la inserción mundial de los productos regionales es baja, debido a la falta de alianzas comerciales estratégicas en otras regiones del mundo. Así, la integración de la región del T-MEC a las cadenas mundiales de valor se ha visto disminuida por la salida de Estados Unidos del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, antecesor del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico -TIPAT, integrado por 11 naciones).
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), la cobertura de las exportaciones de América del Norte al comercio mundial se redujo de 17.2% en 2002 a 12.8% en 2021. Frente a la pérdida de competitividad de la región, China incrementó su participación en las exportaciones mundiales de productos de 5.1 a 14.1%, mientras que el posicionamiento comercial de México se redujo de 2.5 a 2.3%.
En esta comparación, es posible observar que el buen desempeño de China en el comercio mundial deriva de la resiliencia del país frente al COVID-19, al tiempo que gran parte del resto del mundo tuvo graves afectaciones por disrupciones en las cadenas de suministro, cierres de plantas y problemas logísticos.
Ante el análisis panorámico presentado, es posible afirmar que la región de América del Norte requiere incrementar su participación en las cadenas mundiales de valor para aumentar su competitividad, ya que son elementales para promover la productividad y el crecimiento económico. La inserción en el comercio mundial es fundamental para la expansión de las operaciones empresariales de la región, la flexibilización de las cadenas de suministro y la aceleración de los procesos productivos para satisfacer la demanda de bienes y servicios.
Estudió la licenciatura en Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, con inclinación hacia el ámbito profesional de comercio exterior y la logística internacional. Actualmente, sus áreas de especialización se centran en las tendencias del comercio internacional, las cadenas de suministro global y la dinámica comercial de América del Norte.