El robo de autotransporte y en específico de productos perecederos en México ha sido un problema recurrente en los últimos años. Los delincuentes suelen atacar camiones que transportan alimentos, medicamentos y otros productos de alto valor y fácil comercialización en el mercado negro. Tan solo el costo por robo al autotransporte en 2022 con respecto al 2021 fue de 5,822 millones de pesos, aumentando un 45.3%.
Según informes de los últimos años, el estado de México, Jalisco, Puebla, Guanajuato y Veracruz han sido identificados como los estados con mayores incidencias de robo de autotransporte en general, incluyendo productos perecederos. Las carreteras y zonas urbanas con alta actividad logística y rutas de transporte frecuentes suelen ser puntos críticos en los cuales se producen estos delitos.
Las pérdidas económicas causadas por el robo de este tipo de productos son significativas. Además del valor de la mercancía robada, se deben considerar los costos adicionales asociados, como la reposición de los productos, la interrupción de la cadena de suministro, los gastos legales y los seguros. Estos robos también tienen un impacto negativo en la economía, ya que pueden elevar los precios de los productos perecederos y afectar la disponibilidad de los mismos en el mercado.
Las autoridades mexicanas, en colaboración con la industria del transporte y la seguridad, han implementado diversas medidas para combatir este problema. Se han fortalecido las estrategias de vigilancia y patrullaje en carreteras, se han establecido coordinaciones entre las fuerzas de seguridad estatales y federales, y se han promovido sistemas de monitoreo y rastreo en tiempo real para los camiones. Asimismo, se ha trabajado en la concientización y capacitación de los transportistas para que adopten medidas de seguridad adicionales, como rutas seguras, escoltas o cambios en los horarios de entrega.
